Cuando alguien decide que la mejor opción que tiene es dejar de sufrir y aceptar la muerte, los que estamos a su alrededor nos toca ver con respeto y aceptación su decisión de morir aunque nos duela y de ser posible hacer que durante ese tránsito sea agradable la vida.
Así ocurrió con mi madre hace 9 años atrás, decidió dejar el tratamiento de quimio y radio terapia para tratar su cáncer metastásico en pulmones. Sus medicamentos decían claramente ¨Tratamiento Paliativo¨. Todos sabíamos que no iba a curarse, ni mejorar. Cada vez que le tocaba sesión de quimio la pasaba re mal.
Cuando mi madre le dijo al médico ¨no quiero más¨, con mucho profesionalismo el Dr. Sztein le dio un aproximado de tiempo de vida y lo que ocurriría. Al tratarse de pulmones la oxigenación del cerebro se vería afectada, el agotamiento y la senilidad llegarían de forma acelerada.
Un año duró esa caída en picada vista en cámara lenta. Un año para limpiar resentimientos, para decirnos toda la basura emocional que se acumula durante años en la relación madre/hija, para al fin lograr la armonía y la paz del alma.
Un año para complacer gustos culinarios, leer, jugar juegos de mesa, hacer rompecabezas, estar cerca del mar y por sobre todo evitar el dolor físico de la manera más natural y humana. Aquí es donde entra el cannabis por primera vez a la vida de mi madre en forma de infusión. Por supuesto con la anuencia de su oncólogo.
Al no ser yo consumidora de esta yerba, me tocó preguntar a algunos conocidos que sabía que en algún momento habían consumido. Tardó un poco en llegar por tratarse de una sustancia ¨prohibida¨, cosa que debería cambiar por lo menos en los casos de consumo medicinal.
Los momentos en donde mi madre manifestaba mucho dolor y malestar eran los que aprovechaba para darle el té milagroso. Ella no era consiente de qué tomaba y me llegó a decir: ¨Nena ¿Qué le pusiste al té? A lo que respondía: Nada, ¿Por qué?. Porque me siento como en una nubecita.
Grecia Rosario
2 comentarios
Aunque nunca he estado de acuerdo con su consumo, estoy plenamente de acuerdo en estos casos médicos , a mi cuñada, por lo menos, la ayudo a soportar en algo el inmenso dolor que sufría, y pasar sus últimos momentos algo más cómoda.
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CNBXS